Tü Opinión  

La vida es una tómbola

Un nuevo artículo de Rosa Gozalo

17/10/2011 - 20:03

  Una vez me dijeron que uno sabe que está en un bucle cuando se cita a uno mismo. No quisiera abusar de esta verdad, pero las circunstancias no me dejan otro remedio. Ya dije en otro artículo que la publicidad, el sistema, juega con nuestras ilusiones y sueños para hacernos consumir, temer, aceptar. Consumir productos que estamos seguros que nos van a hacer más felices. Temer la pérdida de nuestro estatus, el cambio de nuestra forma de vida, perder el empleo, los amigos, el amor. Aceptar condiciones laborales indignantes, relaciones sentimentales que nos anulen, nos minusvaloren, todo con tal de tocar con la punta de los dedos una presunta normalidad. Todo con tal de que nada cambie, de que todo se quede como está, de parecernos a los demás y estar socialmente aceptados.

  Observemos como la Lotería Nacional en su spot nos invita a seguir soñando, a seguir creyendo en ellos y encomendar nuestras ilusiones a la magia del juego. No parece la mejor opción, más teniendo en cuenta que, después de semejante producción, la salida a bolsa de Lotería Nacional ha resultado ser un fiasco y eso que suponemos que, tal y como está la situación, mucha gente la ve como su única salida. Un torrente de dinero a espuertas, caído del cielo.

En esto creen los que están en el paro, los que necesitan blanquear su dinero e incluso los estudiantes, que con los nuevos programas de estudios de Bolonia van a tener que decidir entre trabajar o estudiar, los horarios no dejan otra opción. Yo pude, por suerte compaginar mi carrera con el trabajo, algo que no van a poder hacer las generaciones venideras.

 Se puede simplificar la historia diciendo que si solo se pueden permitir estudiar los que ya tienen dinero, sólo 'los ricos' van a poder hacerlo. Como antaño, cuando los que habían podido estudiar el bachillerato eran los reyes del país, muchos de los cuales, no cualificados algunos, pertenecen a la denominada 'generación tapón'. Pensad por un momento que Bolonia, va a ser una solución bien efectiva para bajar el paro de los titulados, ya que habrá muchos menos y que también lo será para que aquella 'generación  tapón', deje paso a sus cachorros que se habrán abierto camino a mordiscos, sobre los  chuchos que acepten cualquier trabajo al terminar la ESO.

  La sanidad, la otra gran preocupación española porque ¡no da dinero!, como si de una empresa se tratara, también va haciéndose su hueco, de tal manera que ya es un nuevo servicio privado de El Corte Inglés. Lo que verdaderamente se deja entrever en el anuncio, es que el pobre dependiente es en realidad Licenciado en medicina, pero no puede ejercer en este país, porque el sistema está endeudado hasta las cejas y todo su talento se irá por el retrete como el de miles y miles de titulados. Como el mío propio. Quién iba a decir que un anuncio de El Corte Inglés nos está mostrando de forma brillante un retrato de la España actual y de la que viene. Qué cosas, tú.

Texto: Rosa Gozalo