Stuart McGill – Músculos estabilizadores profundos - Faja

Vida Sana  

¿Sirven de algo las fajas lumbares?

Consejos de Jorge López, fisioterapeuta

16/01/2017 - 13:04

Stuart McGill, catedrático de biomecánica espinal de la Universidad de Waterloo (Canadá), es uno de los mayores expertos mundiales en dolor de espalda. En 2007, en su libro "Low Back Disorders: Evidence-Based Prevention and Rehabilitation", dedica un capítulo al tema con las siguientes recomendaciones basadas en sus investigaciones y de otros expertos...

Personas que previamente no han tenido una lesión de espalda no parecen beneficiarse de llevar fajas en cuanto a reducir el riesgo de lesión. No se recomienda su uso para individuos sanos, aunque su utilización a corto plazo en algunos pacientes con episodios muy intensos de dolor repetitivo pudiera ser útil. Los trabajadores que se lesionan llevando faja lo hacen de más gravedad que los que no la llevan, ya que hacen percibir a los individuos que las llevan que pueden levantar más peso del que en realidad son capaces.

Aumentan intensamente la presión intra-abdominal y la presión sanguínea. Es necesario descartar problemas cardiovasculares por el aumento demostrado de la presión arterial. Además algunos estudios sugieren relación del uso continuado de fajas con mayor incidencia de problemas de varices en piernas y testículos, hemorroides y hernias inguinales. Por tanto se recomienda precaución en caso de antecedentes en estos casos.

Cambian los patrones de movimiento al levantar objetos (generalmente a peor). Por ello se recomienda que, de utilizarse las fajas, sea como fase inicial de un programa más amplio que incluya la formación en ergonomía y ejercicios de fortalecimiento, y se prescinda de su uso lo antes posible.

Utilizar las fajas para aumentar el rendimiento en atletas tampoco se recomienda, ya que para obtener algún beneficio por su uso, es necesario que la columna lumbar se coloque en posiciones que aumentan peligrosamente la presión intradiscal (flexión lumbar), pudiendo facilitar la aparición de lesiones en lugar de prevenirlas.

El resto de supuestos beneficios que se dice que aportan las fajas lumbares gracias al calor local en la zona, la limitación del movimiento de las vertebras, etc. Carecen de evidencia científica.

Lo que sí es efectivo y necesario es una faja muscular, llamada faja lumbo-pélvica. Tanto los estudios llevados a cabo por el profesor McGill como por otros expertos como Vert Mooney, demuestran que mejorando con ejercicios la capacidad de los músculos estabilizadores profundos, se reducen significativamente los dolores lumbares y la frecuencia de los episodios repetitivos.