Entrevistas  

Zahara

Tambien lleva diademas negras...

10/12/2010 - 15:19

  Üalà tuvo el placer de disfrutar de la dulce voz de la cantante Zahara, en esta ocasión en una entrevista concedida en la edición de diciembre de 2010.


Texto: Sergio Fernández


He viajado en muchas ocasiones con la voz de Zahara acariciándome bajo el sombrero. Me he sabido inerte sentado sobre su guitarra, en ese funeral que ella cantaba con las ganas del que comienza una aventura. Narrara sus vuelos perdidos o disfrutara de sus domingos astrománticos, la niña siempre ha irradiado color: es su perenne sonrisa, su vestuario Lewis Carroll, sus videoclips de Yupi, sus conciertos piruleta... Por eso no me esperaba en la entrevista a una mujer con tanto carácter, por mucho que cada respuesta estuviera tallada en naturalidad, simpatía y lumínicas sonrisas. Es dulce sin excesos, pasional pero madura y, aunque agradecida, es crítica con 'algún sector de la industria y el público'. Una 'metamorfosis' le empuja a hablarnos sin tapujos sobre sus conflictos. Zahara llega a Alicante por partida doble: a Las Cigarreras, donde va sin banda (10/12), y al Ciclo Pop (18/12), donde irá acompañada por los músicos.

 

Antes que nada: ¿dónde has metido tu acento de Jaén?

Es que llevo tanto tiempo fuera de casa... Pero lo que realmente hizo que cambiara de acento fue empezar con 12 años. A los 14 gané algún concurso y me entrevistaban... Me oía en las entrevistas y decía, '¡tengo que vocalizar para hacerme entender!'. Ahora, si voy a Andalucía soy un poco más andaluza, si estoy en Barcelona se me pega el catalán...

Independientemente de dónde te encuentres, ¿cómo te encuentras? Porque este año ha sido de traca.

Ahora estoy en mi mejor momento, como dice la frase, 'porque no tengo otro'. He pasado por muchos conflictos con la discográfica porque no estoy haciendo tanto lo que les gustaría. Pero aunque no sea tan comercial como ellos quisieran, a mí me importa menos. Han sido dos años frenéticos, pero me gusta el sitio adonde he llegado.

 

Un sitio al que has llegado haciéndote tú todo, aunque al llegar a la industria estás sujeta a la opinión de muchas personas. ¿Todo salió como querías?

Hubo algunas cosas que hubiera corregido y otras que no. Porque para sacar un disco son como 15-20 personas opinando. El Jefe de producto, el Ar, el jefe de nosequé... Esa burocracia me ha llegado a desesperar, porque desde que planteas una cosa hasta que va siendo aprobada por todos, te vas desilusionando.

 Veo a una Zahara mucho más cañera de lo que me hubiera imaginado.

Es que me saca de mis casillas la burocracia y acabo por no tener ganas. Además, siempre he funcionado en plan 'lo pienso, lo hago', y a mí eso me ha resultado. Por eso me ves tan cañera como me ves... Antes pensaba 'ojalá que les guste lo que estoy haciendo'. Ahora no.

Lo que sí parece es que ahora vas a sacar otro disco y no quieres repetir ciertas movidas...

Sé que la discográfica y yo vamos a llegar a un lugar común, supongo que aceptarán lo que les ofrezca. El segundo disco sigue la línea de las canciones que me ha producido Ricky Falkner [Standstill], en la línea de Funeral, en cuanto a intensidad, de ahí para arriba. Son canciones menos pop, más laberínticas, más conflictivas. Ricky es más directo y yo quiero que este disco suene más a banda.

¿Vas a sacar a relucir todo esto de lo que me hablas?

Sí. Es un disco más íntimo, más duro. El primero es un recopilatorio fabricado a lo largo de los años, los temas que más gustaban. Eran canciones optimistas, buenas. Ahora se va a notar mucho esa lucha interior, los conflictos profesionales y personales que he tenido, así que no será un disco tan amable. Si hay canciones luminosas es porque no hablan de mí. Es un disco en el que hablo de la metamorfosis que he vivido durante este tiempo.

 

'Las canciones del segundo álbum serán menos pop, más laberínticas, más conflictivas y más de banda. No será un disco amable'

 

¿Cuándo lo podremos escuchar?

Yo espero tenerlo para abril, y si no, pues para después del verano. Con más canciones que en La fabulosa historia de..., aunque eso ya se verá. Algunas canciones son himnos a la dureza, otras pasan más de largo, y otras son para cortarse las venas. Sólo hay que escuchar algunos títulos, como Lugar a donde viene a morir el amor o Leñador y la mujer americana.

 

Oyéndote parece que llevas toda la vida ahí... Pero hace bien poco no vivías en Barcelona ni pertenecías a ese mundo indie profesional. ¿Cómo fue esa llegada?

Yo me fui a Barcelona por amor, estaba profundamente enamorada. Pero todo fue una tremenda coincidencia, porque a la vez que yo decidí aquello, conocí en Granada a Natalia, de Universal. Aunque en principio creía que venía a los conciertos como amiga, luego fueron llegando otras personas de la discográfica y entonces fue cuando hablamos y firmamos.

Y una vez en Barcelona, conoces a gente como Santi Balmes (Love Of Lesbian), con el que te has marcado un Domingo Astromántico y una Lucha de gigantes homenajeando a Antonio Vega...

Mi estilo y el estilo que se estaba haciendo en el mundo indie de Barcelona coincidieron, y fue cuando conocí a Ricky Falkner, que en cierto modo me apadrinó. A partir de ahí aparecieron Santi Balmes, Sidonie y muchos más que ahora son mi familia en Barcelona. Santi es muy grande. Es de los mejores compositores que hay en el pop nacional. Ser amiga de una persona que admiras tanto y te valore o se interese por ti te da mucha energía.

¿Te han preguntado por el nombre del disco más veces que palabras tiene el nombre del disco?

¡Jajaja! Madre mía, con lo bien que yo me sentía... Me gustaba porque para las promociones quedaba superbien, yo ya me lo sabía de memoria y lo decía, y le daba un rollo, un paripé que me gustaba. Luego ya cuando lo repetí millones de veces dejó de hacerme gracia. Pero siempre me gustó ese toque romántico de escribir un título que pasaba por todas las canciones del disco.

 

'Hay mucha gente gilipollas que no perdona que salgas del indie. Si lo haces te quedas en tierra de nadie, así que me rindo'

 

Merezco se convirtió en la canción oficial de La Vuelta Ciclista a España de 2009. ¿Bueno o malo para tu carrera? 

En ese momento me encantó porque entendí que la discográfica apostaba por mí. Salir en Los 40 era genial, porque yo creía que eso de las etiquetas había pasado... Pero hay mucha gente que a veces es gilipollas y no perdona que salgas del indie, y entonces te quedas ahí, en tierra de nadie, entre el mainstream y lo alternativo. Así que lo de La Vuelta, a nivel práctico me ha perjudicado, perdí credibilidad. Me he desquiciado un poco, y he de decir que esa gente gilipollas ha ganado, porque si tengo que escoger entre lo uno y lo otro me quedo en el indie.

Definitivamente estás cañera, aunque me hables sonriendo. 

• Es que yo venía de escuchar a artistas como Quique González o Amaral, que era gente que sonaba en Los 40 y era respetada en el mundo indie, por eso creía que esas etiquetas se estaban desmoronando. Te hablo siempre de una parte del mundo discográfico y una parte del público, un sector, no de todo el mundo. Pero desde luego tanta tontería ha hecho que me rinda.

¿Incluyes también a los músicos en esos prejuicios que tiene la gente?

Los músicos tenemos claro que la música es un negocio. Que necesitamos que venga gente, cuanta más mejor, es decir: sabemos que tenemos que vendernos. Todavía es un complejo decir: 'Hago música y gano dinero con ello'. Pero no hay que avergonzarse, como si ahora los Vetusta Morla fueran lo peor por ganar dinero después de diez años de lucha...

¿Pero crees que piensan que el mainstream es lo peor por definición?

A los músicos les gusta la música. Ellos no son el problema, sino un sector del público. Pero yo me rindo, no voy a hacer apología de la tierra de nadie, me voy de ahí. Mi estilo es indie, quizás no mis canciones, y eso es algo que ahora he aprendido. La lástima del indie es que los seguidores tengan escrúpulos para compartir lo que tienen.