"Social Animal" de Titoyaya

Escena  

"Liminal" y "Social Animal" en el Festival Mediterráneo en Danza

El domingo 28 de marzo en el Aula de Cultura de Alicante

22/03/2021 - 19:05

Fundación Mediterráneo cierra el ciclo "Mediterráneo en danza", organizado en el Aula de Cultura de Alicante, el domingo 28 de marzo, a las 19:00 horas, con el doble espectáculo "Liminal" de Fluenz y "Social Animal" de Titoyaya.

Liminal - Fluenz: Liminal es una obra en la que conviven música, visuales y danza contemporánea. A partir del resultado derivado del diálogo entre el campo sonoro y visual, el movimiento se establece como consecuencia de este estímulo.Los espacios liminales son zonas de transición, confines que se sitúan entre lo que conocemos y lo que está por llegar. Por ello, tienen una identidad móvil y en proceso. Sobre este concepto, Liminal plantea una experiencia en la que el ámbito visual, sonoro y dancístico se reformulan, mutan y juntos plantean nuevos significados.El proceso creativo de Fluenz funciona tejiendo un diálogo entre disciplinas: visuales, música y danza trabajan en paralelo para trazar una arquitectura sinestésica visual. El interés de este proceso recae principalmente en la búsqueda de cómo la música se convierte en imagen, creando así un material híbrido capaz de modificar el movimiento de las bailarinas.

Social Animal - Titoyaya Dansa: SOCIAL ANIMAL es el primer espectáculo de Titoyaya Dansa creado enteramente para calle y espacios no convencionales, adaptado recientemente a sala.Se trata de un espectáculo de proximidad donde los cinco bailarines invitan a todos los asistentes a participar ya desde la primera escena. La composición, el movimiento y los textos creados por Xavi Puchades para esta ocasión giran alrededor de una idea principal: la empatía, y por este motivo cada uno de los bailarines busca una persona entre el público para que le ayude a realizar una acción, a completar lo que él o ella no pueden hacer solos. Es una acción sencilla, que conecta a espectador e intérprete de una forma relajada y que provoca, además, la complicidad del que observa desde fuera. Se crea así inicialmente un ambiente festivo que evoluciona hasta que los cinco intérpretes quedan solos en el espacio y en ese momento es cuando se puede distinguir claramente el lenguaje corporal creado por Gustavo Ramírez, con una complejidad y rigor técnico que no deja de apoyar el aspecto más emocional de cada uno de los bailarines. Los movimientos rápidos, concretos, los unísonos  de difícil ejecución, la brillantez, versatilidad y madurez de los cinco intérpretes no deja indiferente al público que  poco a poco se va a ir adentrando  en las presentaciones de cada intérprete y las relaciones que tejen entre ellos.

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